Yo era de los que decía que la
nostalgia era maldita. Lo decía y lo digo. Ahora me pego a cada rato y escucho
canciones en inglés de los 70s, y aunque no quiera, los fantasmas llegan,
suavecito, sin que puedas detenerlos, porque, cuando te percatas, ya están
aquí, acompañando cualquier canción de John Denver, Queens, Cat Stevens, así , como si nada,
dueños del ámbito de mi corazón o de mi mente.
Comúnmente no escucho estas
canciones, pero estamos en Diciembre, que es el más especial del año, que debía
serlo y ahora, para mi ya no lo es, porque se convierte en un torbellino de
jóvenes desandando por Estrada Palma buscando "La Popular" e irse de fonoteca a
saltar y a beber hasta que una melodía de Chicago corre por las venas, una y
otra vez y no piensas porque la música lo hace por ti y tu estúpida ingenuidad
hace que te sientas un ciudadano del mundo, un tipo libre y feliz con estos
tontos a los que quieres así, de verdad. No, no puedes pensar que muchos de
ellos van a salir de tu vida, por Cisneros abajo, o por Padre Valencia o por un
callejón cualquiera y en un yate por el puerto de Mariel, insultados,
humillados para regresar con los años siendo otros, me atrevería a decir sin
tener nada que ver con los que bailaban en el Dancing Ligth de La Popular, y
mucho menos con los que llenan mi corazón mientras Gilbert O'Sullivan provoca un raro sentimiento de cariño
cantando Alone Again. Sigo y seguiré preguntándome, ¿ Por qué?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
El autor del blog no puede acceder directamente al mismo, debido a las limitaciones en Cuba para conectarse a la web. Cualquier comentario tomará quizás varios días - o semanas- en que pueda ser respondido personalmente. Se borrarán automáticamente todos los que contengan ofensas, publicidad y panfletos religiosos.