…Me
sucede exactamente igual, pero lo que me resulta angustioso es el mediodía las horas que van de las doce o la una hasta
las cinco.
Casi
todos los domingos nos íbamos a pasear, menos el que papi me halaba por los
moños y yo iba pataleteando, y que a mi
no me gusta "Los Cocos de Durán" y mi padre me metía a empellones
en un carro de alquiler y antes de media
hora, no eran ni las siete si acaso, llegábamos al mismo ritual de contar vacas,
novillas, toretas, añojos y terneros. Papi repetía lo mismo: ¿Y pa quien
es to eso, cabrón? y yo: pa mi. Claro
pa que no pase trabajo como yo y estudie una carrera, médico, sí, eso.
Volvíamos a media
tarde casi siempre con el mismo chofer Carmenates. ¿Ya vio? Todo es suyo.
Un
día mi padre llegó del trabajo a almorzar y venía sollozando. Todo lo perdió y
la vida cambió y los Domingos jamás fueron iguales, a no ser los mediodías,
algo de lo que no es posible sentir nostalgia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
El autor del blog no puede acceder directamente al mismo, debido a las limitaciones en Cuba para conectarse a la web. Cualquier comentario tomará quizás varios días - o semanas- en que pueda ser respondido personalmente. Se borrarán automáticamente todos los que contengan ofensas, publicidad y panfletos religiosos.