.

.

martes, 25 de julio de 2017

Domingos


…Me sucede exactamente igual, pero lo que me resulta angustioso es el mediodía  las horas que van de las doce o la una hasta las cinco.
Casi todos los domingos nos íbamos a pasear, menos el que papi me halaba por los moños y yo iba pataleteando,  y que a mi no me gusta "Los Cocos de Durán" y mi padre me metía a empellones en un carro de alquiler  y antes de media hora, no eran ni las siete si acaso, llegábamos al mismo ritual de contar vacas, novillas, toretas, añojos y terneros. Papi repetía lo mismo: ¿Y pa quien es to eso, cabrón? y yo: pa mi. Claro pa que no pase trabajo como yo y estudie una carrera, médico, sí, eso.
Volvíamos a media tarde casi siempre con el mismo chofer Carmenates. ¿Ya vio? Todo es suyo.
Un día mi padre llegó del trabajo a almorzar y venía sollozando. Todo lo perdió y la vida cambió y los Domingos jamás fueron iguales, a no ser los mediodías, algo de lo que no es posible sentir nostalgia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

El autor del blog no puede acceder directamente al mismo, debido a las limitaciones en Cuba para conectarse a la web. Cualquier comentario tomará quizás varios días - o semanas- en que pueda ser respondido personalmente. Se borrarán automáticamente todos los que contengan ofensas, publicidad y panfletos religiosos.