.

.

sábado, 29 de julio de 2017

Fefa

Foto: Biblioteca Provincial "Julio Antonio Mella", antes Liceo de Camagüey

Josefa Gómez trabaja en la Sala de Literatura de la Biblioteca recién inaugurada. Yo soy el socio número 20 y voy todos los días y de repente, como quien no quiere las cosas. Fefa y yo intimamos y se convierte en mi consejera literaria. Yo tengo 15 años y he leído a muchos autores, pero Fefa, cautelosa,me va prestando libros, poco a poco y así leo por países, norteamericanos, rusos, españoles, latinoamericanos, franceses, en fin que andaba con la cabeza llena de letras, a punto de entrar a estudiar pintura, casi al enamorarme del ser más perfecto de Camagüey, y era feliz. Había logrado desprenderme de un grupo que no me gustaba y solo por aquí, por allá, entrando y saliendo de algunas tiendas que aún se parecían a lo que fueron pero sin serlo y  era feliz y, como siempre, como aun lo hago, cantando cientos de canciones, y era feliz, digo yo, porque para nada me molestaba la soledad y, como ahora, tenía una facilidad para hacer empatía con cualquiera, ancianos, barrenderos, gente común que son las que más me han rodeado.

Pero Fefa no era ni por asomo, una mujer común sino todo lo contrario, adivinaba tu estado de ánimo y entraba al almacén y salía con algo sorprendente, diciendo, esto te va a encantar, y pégale el cuño, que te encantaba y luego lo comentaba contigo como si tu fueras todo un literato. Lo que más me gustaba de ella era su sencillez y lo que más me sorprendía era una alergia que le provocaba una andanada de estornudos mas veloces que los segundos.

Fefa se murió un domingo. Murió como vivió, apacible y sin ostentaciones. Voy a resaltar lo que para mi era su gran distinción, su habilidad para leer entre líneas. La que yo considero mi obra más importante: Las Hijas de Lux Vazquez, escrita entre 1976 y 1977, la única obra que pienso se ha escrito en Cuba sobre nuestras guerras libertarias y es una exaltación a  nuestra nacionalidad y a nuestra libertad, tiene un parlamento, que la única persona de todos los que la leyeron, que supo mi verdadera intención al escribirlo, fue Josefa Gomez y me lo dijo y me felicitó. " Has dicho algo osado, pero tan bien dicho que es imperceptible, un buen texto." Y lo más importante, me anunció la presencia de quien sería mi mejor amigo y así fue, el más amado, el Carlos de los sesenta del siglo pasado, el que aún vive en mi corazón y que morirá conmigo como el otro amor, el tipo más perfecto de Camagüey, el que nunca logré apresar con estas envejecidas manos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

El autor del blog no puede acceder directamente al mismo, debido a las limitaciones en Cuba para conectarse a la web. Cualquier comentario tomará quizás varios días - o semanas- en que pueda ser respondido personalmente. Se borrarán automáticamente todos los que contengan ofensas, publicidad y panfletos religiosos.