La señora
Candelaria, Princesa del Camagüey, va bajando por Cisneros para que la puedan
ver. Envuelta en aires dorados, llega al fin a Matadero y de esa calle, una
conga, rompe el precioso silencio, la
señora sin pensarlo mueve los hombros y el pelo, mientras baila cadenciosa el
baile más bullanguero, y ángeles que la acompañan danzan con paso ligero,
arrollando sonrientes con esa eterna sonrisa de hermosos adolescentes que suben
Independencia a ver quien llega primero. De calles y callejones vienen nuevas
melodías que se suman a la conga formando un canto tan bello y que nadie
conocía:
"Flores,
flores, ya está aquí La Candelaria, llenando todo de flores"
Por todas
partes hay fiesta, porque en todas partes está, esta Niña Candelaria que no
deja de fiestar con la sonrisa más bella que ha visto nuestra ciudad, danza
por los arrabales, danza por las Avenidas y en repartos y callejas y plazas
desconocidas. Nunca fiesta más hermosa Camagüey ha presenciado, porque todo un
pueblo alegre, calles, gentes y edificios, sin faltar uno ha gozado.Y así al
declinar la tarde y al brillar de las estrellas, la voz de la Virgen bella se
oyó en cualquier corazón:
"Camagüey,
ciudad divina, tierra de prodigación, donde la miel se suaviza en los frutos a sazón y las
sabanas se pierden en horizontes de sol. Tierra de mil manantiales todos llenos
de frescor, tierra por Dios bendecida, tierra amada del buen Dios, benditos sean
tus paisajes, bendito tu corazón"
Todo se
fue silenciando al hablar el corazón, el corazón de la eterna Candelaria con su
voz, y hubo una
lluvia de estrellas, cosa que a nadie asombró, pues un día de tanto asombro,
con otro asombro acabó: Camagüey como un angelito, bostezó suave y durmió.
Es bello lo que ha escrito este senor,mil gracias,DMP
ResponderEliminarGracias Niki
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